Es una ruta lineal (va y vuelve por el mismo sitio) y empieza desde la misma pradera del valle de Pineta. Tiene una distancia de 11 km más o menos (ida y vuelta), la parte más complicada es el gran desnivel de 1330 metros.
No os preocupéis por si no encontráis el camino, la ruta está muy bien señalizada y no tiene pérdida.
Para empezar, dejamos el coche en el Parking donde hemos de abonar 2€ por vehículo y una vez todo preparado empieza la ascensión.
Empezamos disfrutando con estas magníficas vistas del circo de Pineta.
Seguidamente cruzaremos un bosque de hayas donde los rayos del sol luchan por penetrar en el suelo que pisamos.
Una vez cruzado este precioso bosque nos encontraremos de frente con el gran circo de Pineta, unas preciosas vistas que nos permiten ver las grandiosas cascadas del Cinca.
A partir de ahora viene la gran subida hasta el balcón de Pineta, un zig zag pedregoso y que no deja de subir en ningún momento. Parece que nunca llegas al final, pero una vez conseguida la hazaña, se pueden ver vistas tan alucinantes como esta.
Como se puede observar en la fotografía, la ruta la empezamos desde el centro del valle por donde divisamos el rio.
Una vez llegados aquí, ya hemos conseguido lo más duro.
Ahora podemos continuar por la senda durante unos 20 minutos para llegar al Ibón de Marboré. En todo momento disfrutaremos de las grandes vistas que nos ofrece el majestuoso glaciar de Monte Perdido (aunque por desgracia cada vez queda menos).
Y por fin llegamos al Ibón de Marboré, un lago de aguas turquesas situado a 2600 metros de altitud. Justo en medio podemos ver la llamada brecha de Tucarroya, donde se encuentra el refugio que recibe el mismo nombre. Esto es la frontera que separa España de Francia
Ahora sólo queda disfrutar de las vistas y volver hacía la pradera por el mismo camino. Eso sí, en la bajada hay que tener mucho cuidado, ya que como tiene tanta pendiente y es tan rocosa, se suele sufrir de las rodillas.
A disfrutar!!!